«Como Uruguay no hay», un documental de Aldrin Cavalheiro

Me llamo Aldrin Cavalheiro. Soy uruguayo. La vida y el amor me trajeron a Suecia. Vivo en una pequeña localidad de casi 5.000 habitantes llamada Rimbo. Rimbo está situada a una hora de Estocolmo, la capital sueca.

Así comienza este documental del año 2014 que nos invita a los uruguayos a pensarnos, a recordar y también a soñarnos como país.

El documental se focaliza en algunas cuestiones fundamentales que aún no hemos podido resolver como sociedad en Uruguay: la educación, la salud, el alcoholismo, la gestión de la basura, la inseguridad, las cárceles, los menores infractores, la seguridad vial.

También nos muestra cómo durante la primera mitad del Siglo XX Uruguay era un país modelo para el mundo, con un estado de Bienestar pionero a nivel internacional. El documental analiza la realidad desde el punto de vista de las políticas de Estado, mostrando aquellas áreas donde el Estado ha planificado a largo plazo y aquellas para las cuales carece de políticas concretas, duraderas y efectivas.

A lo largo del documental se ve cómo los impuestos de los ciudadanos suecos han sido utilizados para mejorar el bienestar de la población en general, a través de fuertes inversiones en infraestructura educativa y subsidios a la salud. El Estado se ha hecho cargo del monopolio de la venta de alcohol para controlar su consumo. La carrera de policía se considera formación universitaria, y es bien paga y respetada. La población carcelaria baja año a año, e incluso han tenido que cerrar cárceles. Los menores son imputables a partir de los 15 años, pero en 2011 había un solo interno menor de 18. El país importa basura del resto de Europa porque sus plantas incineradoras convierten toda la basura doméstica en energía eléctrica y calefacción.

Este artículo es un resumen del documental, una divulgación escrita respetando las reflexiones y los puntos de vista del autor.

Como muchos lugares de este país, esta es una apacible ciudad rodeada de lagos y bosques, donde las casas no tienen rejas, donde en el verano los jardines abundan.

«La gente tiene trabajo y sus necesidades básicas satisfechas. Todas las escuelas y liceos son de tiempo completo, y todos los impuestos recaudados se quedan en la ciudad. Y a pesar del largo y crudo invierno, las rutas siempre están en excelente estado.

Es un lugar que más allá del partido político de turno que lo gobierne, tiene como Política de Estado buscar el Bien Común.

A pesar de ser una localidad pequeña, Rimbo le brinda a sus habitantes muchas posibilidades de esparcimiento. La ciudad cuenta, por ejemplo, con canchas de tenis, cancha cerrada de hockey sobre hielo, cancha de fútbol de césped sintetico, diferentes gimnasios, salas de musculación y una piscina cerrada climatizada que pertenece a la Comuna municipal.

En el país se hace mucho hincapié en la participación de los adultos mayores y de los niños en el deporte. Se inculca desde muy temprano el principio que los hombres y mujeres son iguales y tienen los mismos derechos y obligaciones. Esto es algo que se verá reflejado en muchos aspectos, uno de ellos en el parlamento sueco donde el 50% de los representantes son mujeres».

Sin embargo, Suecia fue en su momento una tierra extremadamente pobre. A fines de 1800 un tercio de la población se vio obligada a emigrar principalmente a Estados Unidos, porque literalmente se morían de hambre. Eso pasó porque en aquel tiempo no podían alimentar a la población. Además, el país tenía una muy mala distribución de la riqueza.

Hasse Anderson, un político y agricultor local que vive en las afueras de Rimbo, comenta:

Creo que lo que nos ayudó fue que 1842 el Estado sueco decretó que en todas las comunas del país todos los niños tenían el derecho de terminar seis años de escuela, donde aprenderían a leer, escribir, matemáticas. Luego llegó la Revolución Industrial y gracias a que los suecos teníamos una base educativa fue que pudimos ser parte de esa revolución. Teníamos productos que el mundo necesitaba y teníamos una población que podía trabajar esa industria porque estábamos preparados.

En muchos países de Europa existía un sistema feudal, en el cual solamente los hijos de los ricos tenían la posibilidad de estudiar. Pero en Suecia todos lo podían hacer.

A pesar de que éramos un país pequeño, teníamos mucha gente preparada. El secreto de nuestro éxito es la educación de nuestros niños y jóvenes.

«Eso es exactamente lo que pasó en Uruguay. Con la revolución en la educación impulsada por José Pedro Varela, un pequeño país logró posicionarse entre los mejores del mundo en ese tema. Y por su alto nivel de desarrollo, llegó a ser considerada la Suiza de América.

Pero los suecos, juntos, lograron revertir esa situación, y se transformaron en uno de los países mas avanzados e igualitarios del mundo. Por eso creo que este país escandinavo tiene mucho que enseñarnos. Si analizamos todo, sin partidismos ni preconceptos, si retenemos lo bueno, tenemos mucho que aprender y que ganar.

Uruguay es un país maravilloso, tenemos ciertas características como nación que nos hacen únicos, y las posibilidades de desarrollo son casi infinitas. Sin dudas, hay cosas que hemos mejorado. Sin embargo hay otras que hemos retrocedido enormemente, y no nos podemos conformar con eso.

¿No te parece que podríamos aprender de los demás? ¿Sabías que Uruguay en su momento logró un Estado de Bienestar antes que Suecia? ¿Y que viajaban suecos a Uruguay a aprender de nosotros? ¿No será nos toca a nosotros a aprender de ellos? ¿Quizás podríamos aprender a tirar todos para el mismo lado, a ponernos de acuerdo en temas fundamentales, a dejar ser hinchas de un partido político para empezar a hinchar en serio por Uruguay?

Algunos temas que los uruguayos tenemos que sí o si mejorar, si no queremos que se nos venga la noche. Cómo hicieron los suecos, no para copiarles algo, sino para que nos sirva de inspiración, que nos sirva para recordar que nosotros también podemos».

Aquí. el video:

POLÍTICAS DE ESTADO

EDUCACIÓN

En Suecia existen escuelas públicas y privadas, pero todas son gratis. Todas son gratuitas, todas son subvencionadas con los impuestos de los pobladores locales. Toda la inversión en educación proviene de los impuestos que pagan los que viven y trabajan en Suecia. Los impuestos en ese país vuelven a la sociedad.

Desde hace mucho tiempo que todas las escuelas y liceos son de tiempo completo en este país; todos los alumnos almuerzan en la escuela y se está por incluir también el desayuno.

Cada centro de estudio cuenta con su cocinero, enfermero y psicólogo. Los alumnos de primaria y secundaria tienen pasaje gratis en los medios de transporte. Aunque el idioma oficial es el sueco, todos los chicos a partir de los doce y trece años ya hablan el inglés de muy buena forma.

En la escuela enseñan cosas tan variadas como nadar, coser, cocinar o las leyes del tránsito, y en los liceos tienen acceso a una fantástica infraestructura: un moderno teatro para más de mil personas, salas de música, pistas de atletismo, canchas de fútbol de césped sintético, canchas de beach volley, diferentes gimnasios y piscina climatizada.

Cada escuela ofrece una gran variedad de posibilidades de especialización, como por ejemplo: idiomas, música, cocina, deportes, carpintería, mecánica o fotrografía, entre tantas otras opciones.

A pesar de todo, los suecos no están conformes. Perciben que el nivel de educación ha disminuido, por lo que hay un gran debate a nivel nacional sobre cómo debería ser la educación del futuro.

 

Yo todavía recuerdo mis años de escuela pública allá en mi querida Rivera natal y en Montevideo. Fue un tiempo donde los ricos y pobres compartíamos el aula. Fue un tiempo en que nos enseñaban valores, nos enseñaban a respetar y a pensar, y nos preparaban para la vida.

SISTEMA DE SALUD

«Los suecos no solamente subvencionan con sus impuestos la educación, también lo hacen con la atención médica, odontológica y los remedios. De esa forma se aseguran que toda la población tendrá acceso a una atención digna. El esquema sanitario sueco está concebido para suplir las necesidades de los habitantes».

El dentista es gratuito hasta los 20 años, y la atención médica hasta los 18. A partir de esa edad, para ser atendido se debe abonar 25 dólares por consulta. Pero una vez que uno llegó a una cifra cercana a 170 dólares, el resto del año es gratuito no importando qué tipo de examen u operación uno deba realizarse. Con los remedios pasa lo mismo. Se paga hasta llegar a una cierta suma. Luego, el resto del año, los remedios son subvencionados por el Estado.

ALCOHOLISMO

El alcoholismo ha sido desde siempre uno de los grandes problemas de la sociedad sueca. Cuando empezó a circular el dinero (en la sociedad campesina se pagaba con alimentos, con la Revolución Industrial vino la urbanización y los salarios), el estado creo el Systembolaget, el único lugar donde se podía vender alcohol. En un principio se trataba de una política de mitigación para el alcoholismo en las familias, ya que los varones jefes de familia se gastaban buena parte de los sueldos en alcohol. Para enfrentar esta problemática, el Estado creó hace mucho tiempo lo que denominan el Systembolaget.

Se trata de un monopolio estatal de tiendas de licores distribuida por toda Suecia, y es el único lugar con excepción de algunos pubs donde se puede vender bebidas alcohólicas que contengan un porcentaje de alcohol superior al 3,5%.

De esta manera, el Estado puede controlar el consumo de alcohol. En Suecia no se puede comprar bebidas de alto tenor alcohólico en supermercados, estaciones de servicio o comercios en general. Para comprar este tipo de bebida se debe adquirir en el Systembolaget. El Systembolaget pertenece al estado sueco y sus funcionarios trabajan para el Estado. Una funcionaria cuenta que el sistema

Existe para limitar los daños producidos por el alcohol en la sociedad. Pertenece al Estado y es una empresa sin fines de lucro. No quiere vender más sino al contrario, que la gente reflexione cuánto debe consumir.

En Suecia no se puede hacer publicidad de alcohol. Las bebidas alcohólicas tienen impuestos elevados para pagar la rehabilitación de las personas con problemas de alcoholismo. No se vende a menores de 20 años ni a personas alcoholizadas. Cada consumidor puede comprar la cantidad que quiera, pero los funcionarios están entrenados para disuadir el consumo de alcohol y que el comprador lleve sólo lo necesario.

En el Systembolaget se garantiza que todos los productos sean de calidad, y si uno quiere, puede retornar el producto y se le devuelve el importe. En estos centros comerciales estatales se ofrece información sobre los daños del alcohol, y a los padres sobre cómo tratar con el consumo de alcohol en los hijos.

Este sistema ha sido una política de Estado de larga data en Suecia. Sin embargo, está recibieno muchas presiones de la Unión Europea para liberalizar sus políticas. Como si esto fuera poco, el mercado negro no ha dejado de crecer.

GESTIÓN DE LA BASURA

¿Es posible que un país pueda generar energía eléctrica y combusible para autos a partir de la basura? Sí, lo es.

Suecia transforma toda la basura que produce en calefacción, electricidad y biodiesel. Para mantener sus plantas incineradoras produciendo energía, los suecos tienen que importar basura del resto de Europa. Además, el reciclaje de materia orgánica se transforma en gas metano, con lo cual se puede calefaccionar viviendas o utilizar en vehículos como biodiesel.

Los vertederos son propiedad de la Comuna, y recibe residuos tanto de personas privadas, como de empresas o de los camiones municipales que retiran la basura de los hogares. El vertedero clasifica materiales inflamables, metal, madera, cartón, yeso y aparatos electrónicos, entre muchas otras cosas. Una vez clasificados, la mayoría de estos materiales son llevados a otras plantas especializadas donde se los prepara para volver a utilizar. El 96% de lo que llega al vertedero es recuperado y reutilizado.

Mientras que en Suecia el tema de cómo encarar el tema de la basura se trata desde el Jardín de infantes, en Uruguay las ciudades, parques y playas están cada vez más sucias y contaminadas.

«En nuestro país muchos niños y adultos siguen hurgando en la basura y comiendo de ella. Pareciera que como sociedad hemos decidido que está bien que miles de orientales vivan de los desechos de los demás. La gente deambula por las calles con sus carritos y con sus caballos hambrientos, buscando cómo sobrevivir. Y eso es considerado un trabajo. Muchos son niños y adolescentes que deberían estar estudiando, pero que en cambio desde pequeños son condenados a una vida de extrema pobreza y marginación. Y el Estado y la sociedad miran para otro lado, mientras esta terrible realidad se perpetúa una y otra vez».

SEGURIDAD PÚBLICA

En Suecia la función del policía está bien paga y es respetada por la sociedad. Los estudios duran tres años y se considera una formación universitaria. Entre otras materias, estudian psicología, conocimiento jurídico, defensa personal, idiomas y utilización de armamentos. De 6.000 aspirantes anuales solo entran 200.

En Suecia la cárcel es la última instancia; hay muchos pasos que dar, muchos caminos que recorrer antes que una persona sea encerrada.

El abordaje policial es similar a una policía comunitaria o de proximidad. Según unas agentes locales,

“La principal forma de prevenir los delitos es conocer a los adolescentes. Logramos tener una relación con los adolescentes, les hablamos de las leyes y reglas de nuestra sociead, por ejemplo las leyes de tránsito o la importancia de usar casco cuando se anda en bicicleta. Al conocerlos, sabiendo sus nombres y sabiendo de sus vidas, la cosa cambia… los chicos ya no se animan tanto a hacer desmanes en grupo”.

CÁRCELES

Suecia cerró en 2013 cinco cárceles por falta de presos. El porcentaje de rehabilitación es superior al 90%. Cuando un preso sale de una cárcel en Suecia, el Estado le provee trabajo y vivienda temporaria hasta que el individuo logre valerse por sus propios medios.

En Suecia, un país de 10 millones de habitantes, tenían en 2004 5.722 presos. En 2013, la cifra había bajado a 4.377, 243 mujeres.

En Uruguay, en 2013 habían 9.600 presos, y la cifra de mujeres privadas de libertad aumentó 583% en una década. La cantidad de presos en Uruguay creció un 43% entre 2006 y 2012.

La cárcel de máxima seguridad en Suecia tiene un scanner en la entrada y rigurosos controles, de los que no se salva ni el propio Primer Ministro. Cuenta con un laboratorio antidoping, donde se realizan controles rutinarios. A los presos se los llama “clientes”. Viven en cabañas aisladas entre sí, en pequeños grupos de a ocho a diez personas. La decisión de quién vive con quién es tomada luego de un riguroso estudio psicológico de cada uno. La cárcel tiene una capacidad de 211 personas, pero hay 170 internos en el momento de la visita.

Cada interno cuenta con su habitación individual, calefaccionada y correctamente iluminada.

Cada uno cuenta también en su habitación con un televisor plasma con 40 canales, y tienen además radio y una mini biblioteca.

Entre otras cosas, disponen de muy buenos baños y duchas con agua caliente las 24 horas. Reciben ropa y utensillios para la higiene personal, y cuentan con servicio de lavandería. Disponen de médicos, enfermeros, dentista y psicólogo.

Aquí cada uno de ellos puede elegir comer la comida de la cárcel o preparase ellos mismos su propio alimento. Para eso, disponen en cada cabaña de una cocina completa, una heladera y un freezer siempre llenos. Tienen también su comedor y un living con su moderno televisor.

La zona industrial donde todos los presos trabajan consta de 9.000 metros cuadrados construidos. En las cárceles suecas todos los presos deben trabajar y estar ocupados. Si quieren, tienen también la posibilidad de estudiar en la educación primaria, secundaria e inclusive terciaria. Aquí los internos al trabajar ganan un pequeño sueldo de unos 250 dólares por mes, que da para sus gastos personales. Los internos pueden aprender diferentes profesiones: carpintería, herrería, construcción de casas prefabricadas, colocación de cerámicas.

Un preso cuenta que en la cárcel puede realizar deportes y que ha tenido la oportunidad de rehabilitarse. Hoy ya no precisa las drogas ni alcohol. Siente que la vida en prisión lo ha ayudado:

Nuestros países tienen los recursos, pueden tratar de ayudar a la gente… Porque si les dan trabajo a los reclusos, ellos van a olvidar de hacer cosas ilícitas y de hacer sus vidas de nuevo. No lo hacen por corrupción: los dineros de los impuestos los derivan para otros lados; invierten el dinero en otras cosas y no ayudan a rehabilitar a las personas, entonces la delincuencia va a seguir inccrementrándose siempre.

En la cárcel hay un curso de rehabilitación impartido por personal idóneo, que tiene como finalidad preparar a la gente para que pueda volver con éxito a la sociedad. Sin embargo, no todo es trabajo y estudio. Los presos cuentan con una biblioteca equipada con todo lo necesario: kiosko, salas de juegos, cancha de beach bolley, de básquetbol, tenis, fútbol, gimnasio cerrado, sauna, sala de musculación, una sala de yoga que también es utilizada por el personal. También hay una capilla que es compartida por cristianos y musulmanes.

«Deberíamos tener cárceles que brinden las posibilidades de rehabilitarse. Deberíamos ser capaz de darles a las personas una oportunidad en la vida, en el hogar, en la escuela y en la cárcel. De lo contrario, es muy probable que el ser humano esté irremediablemente perdido».

MENORES INFRACTORES

En Suecia no existe trabajo infantil y todos los niños van a la escuela. Los padres tienen la obligación de cuidar a sus hijos. En caso contrario pierden la patria potestad y el niño es retirado por el Estado y colocado en otras familias.

Los menores son imputables a partir de los quince años. De ser necesario, son llevados a centros de rehabilitación que se dividen en dos según la edad: centros para jóvenes de entre 15 y 17 años, y centros para jóvenes de 18 a 21 años. En ambos casos la atención es dada por personal sumamente capacitado.

En 2003 habían 172 jóvenes en estos centros, y en 2013 la cifra bajó a 121, con solo uno de ellos menor a 18 años.

«Imaginate que en todo Uruguay hubiera un solo uno menor de 18 años en el INAU. Imaginate que se les pueda dar la oportunidad de estudiar y aprender oficios, de tener una oportunidad en la vida. En un futuro, apoyados por el Estado, podrían conseguir trabajo en empresas privadas que recibirían ciertos beneficios fiscales. Hay tanto por hacer… la pregunta es si hay realmente voluntad de lograr cambios reales».

SEGURIDAD VIAL

Este auto, por su tecnología, no paga patente por cinco años.

En Suecia, un auto motor 1.6 turbo diesel con 115 caballos, seis velocidades, 6 airbags y que rinde 20km/L no paga patente durante los primeros cinco años porque es considerado, por su tecnología, un auto ecológico que no contamina mucho. Una vez que empiece a pagar patente, va a pagar unos 300 dólares anuales, y algo parecido pagará por el seguro. «Eso es política de Estado«.

«En Uruguay mueren más de 600 personas por año como consecuencia de los accidentes de tránsito. Esto suma más de 18.000 heridos, de los cuales muchos quedarán irremediablemente con una discapacidad. Los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre los menores de 35 años.

Suecia es uno de los países que menos muertes tiene por accidentes de tránsito. En el año 2012 fallecieron 296 personas, y esa cifra baja año a año debido a la buena educación y la buena calidad de los automóviles, rutas y autopistas. Es un país de casi 10 millones de habitantes y un territorio 3 veces mayores que el Uruguay.

Pero los suecos no están satisfechos. La meta es cero muerte y cero heridos graves en accidentes de tránsito en Suecia. «Eso es política de Estado«.

En Suecia hay cuarenta centros de concientización de los peligros del tránsito. La educación en prevención en seguridad vial es requisito para el sacar carnet de conducir. En estos centros se aprende a concientizarse sobre los riesgos en el tránsito, a prevenir futuros accidentes, a experimentar de forma segura qué puede pasar de manejar rápido. La pedagogía es tanto sencilla como efectiva. Consiste en charlas grupales, clases prácticas y simulación de accidentes. Los centros logran concientizar a la gran mayoría de los que pasan por allí. La experiencia es obligatoria y vale la pena, pues se aprenden cosas que sin dudas te pueden salvar la vida.

El resultado de tanta educación en educación vial es que se respetan las leyes de tránsito, y con eso se evitan muchos accidentes y muertes al año (con los correspondientes costos a la salud pública).

¿Por qué en nuestro país no apostamos en serio a trenes de pasajeros, a autopistas de verdad? Apostemos en serio a la prevención, tengamos una política de Estado al respecto. Que la seguridad vial sea enseñada y practicada en todas las escuelas y liceos de nuestro país. Ya basta de impuestos confiscatorios a los automóviles, que en muchos casos más que un impuesto se asemeja a un verdadero robo. Ya basta de autos de mala calidad circulando por nuestro país.

¿Por qué nivelan para abajo, castigando con terribles impuestos a la persona que quiere tener un buen auto, con los elementos básicos de seguridad?. ¿Por qué en Uruguay solo los ricos pueden acceder a este tipo de vehículos? ¿Por qué obligan a la inmensa mayoría de nuestra población a trasladarse en automóviles inseguros? ¿Por qué tantos peajes, por qué la nafta tan cara, y por qué tantas rutas y calles en constante mal estado?».

CONCLUSIÓN

«Me preocupa la utilización de agrotóxicos y transenicos en nuestro país, el serio riesgo de contaminar de forma irreversible nuestro suelo, nuestra agua, peces y seres humanos. Esto puede ser pan para hoy y pan para mañana, y me pregunto si somos concientes.

Debemos ponernos de acuerdo y hacer algo al respecto de los cantegriles o asentamientos. De esto dependen nuestras generaciones futuras. Debemos preguntarnos si realmente queremos lograr inclusión social. Es cierto que avanzamos en la economía, con el crecimiento del salario real, o en el plano energético donde todos nuestros políticos se pusieron en una interesante política de Estado (las energías renovables), por las cuales “pronto estaremos entre los mejores del mundo”. Sin embargo, hemos retrocedido en otros temas, y no logramos una verdadera inclusión social».

Los políticos nos dicen que el país no cuenta con recursos económicos suficientes. Nos dicen que “el dinero no alcanza para todo lo que hay que hacer”. Pero cada vez se hace más notorio la forma en que muchas veces administran nuestros recursos de manera ineficiente:

Muchas veces nuestros impuestos son mal administrados, principalmente en lo que se refiere a la excesiva cantidad de empleados públicos y cargos de confianza que constantemente son crados por los gobiernos de turno. Sería bueno que las empresas públicas e intendencias utilizasen la mayoría de sus recursos en hacer obras y bajar tarifa e impuestos, en vez de gastarlo en salarios innecesarios. Las empresas públicas deben ser administradas de forma eficiente, por personas idóneas, sin acomodos. Debemos apostar a un Estado de Bienestar serio, pero no asistencialista.

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Un informe interesante sobre los políticos en Suecia:

• Todas las fotos e imágenes pertenecen al documental.